Askham Bryan College (Reino Unido) recientemente dio la bienvenida a una instalación de Biolectric en su granja Westfield. La introducción del digestor anaeróbico a escala de granja forma parte de su proyecto denominado “La Vaca Eléctrica”, que tiene como objetivo educar a sus estudiantes sobre la agricultura sostenible. «El digestor de Biolectric es más que una inversión en tecnología”, dice el portavoz de Askham Bryan College. “Es una inversión en el futuro de la agricultura”.

Ubicado cerca de York, el colegio agrícola Askham Bryan opera la granja Westfield. La granja alberga un rebaño de 170 vacas lecheras y cuenta con varios equipos tecnológicos avanzados. Como parte del proyecto “La Vaca Eléctrica”, también han instalado un digestor Biolectric de 22kW para aprovechar la energía renovable a partir de los desechos de su producción lechera.

Con la instalación de biogás a escala de granja, el estiércol producido por el rebaño de la universidad se convierte en energía renovable. Según el portavoz de Askham Bryan College, esto ofrece a los estudiantes una experiencia de aprendizaje práctica y única sobre las tecnologías de energía renovable y gestión de residuos en la agricultura: “Los estudiantes pueden observar y estudiar todo el proceso, desde la recolección del estiércol hasta la producción de biogás y el uso del digestato como fertilizante, adquiriendo conocimientos prácticos que serán invaluables en sus futuras carreras”.

Al adoptar esta tecnología, la granja puede reducir su dependencia de fuentes de energía externas y disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero al capturar metano. Esto demuestra que, con la ayuda de soluciones tecnológicas, la agricultura sigue siendo un sector productivo y sostenible, capaz de enfrentar los desafíos del siglo XXI.

La introducción del digestor demuestra el compromiso del colegio con las prácticas agrícolas ecológicas y la educación en energías renovables. “El digestor Biolectric es más que una inversión en tecnología; es una inversión en el futuro de la agricultura. A medida que la industria agrícola enfrenta una creciente presión para reducir su impacto ambiental, la universidad lidera con el ejemplo, demostrando cómo se puede aprovechar la tecnología moderna para crear operaciones agrícolas sostenibles y energéticamente eficientes”.